Además

+columna+ Simple ++ Animal, instintivo, nato


Hola a todos, ya nos encontramos en 2016. Empezando año nuevo y con la gran ventaja o desventaja, depende el punto de vista, de contar con un día más en el calendario. Un día más para que aparezca gente en el mundo y también desaparezca. Un día más para vivir, para cagarla, para enamorarte, para soñar, para trabajar, para descansar, para drogarte... un día más. Además, como todo buen día extra, recorre el resto del año colocando las celebraciones y efemérides en los fines de semana. Adiós puentes, adiós semana de vacaciones en Navidad y año nuevo. Adiós flojera. Hola trabajo arduo, días de estudio y semanas largas.

Este año pareciera ser bizarro, como suelen ser los años bisiestos y las personas que nacen en estos, sobre todo en el mero 29 de febrero. Un año en el que México probablemente llegue a una devaluación, en que el peso frente al dólar sobrepase los $18.00 y se “estabilice” en $17.33 (según una nota en el Financiero).

366 días de 2016. Trato de pensar en un tema interesante, pero debo confesar que ninguno llega a mi mente. Es como si este año no quisiera verme pensando, sólo quisiera verme escribiendo cualquier cosa que se deje salir entre mis dedos, ya sean golpes de teclas o golpes de pads. Nada que implique un pensamiento lógico, más bien un pensamiento más animal, instintivo, nato, que se deja llevar por si mismo y que no espera nada a cambio, no espera nada en realidad, sólo espera encontrar el momento de terminar, que la inercia deje de tener fuerza opuesta y poder detenerse en algún momento, en algún punto. En un poco de paz.

2016 se siente fuerte, amenazador, como un año retador, que está esperando ver cuál será mi siguiente paso. Se siente como el oponente de este juego de ajedrez que sabe jugar mucho mejor que tú. Que ha tomado las piezas negras y que en lugar de jugar a la defensiva, juega a la ofensiva, juega con tu cabeza y con lo que crees que puedes lograr en tu siguiente movimiento.

En mi cabeza solo escucho música, las voces, los ruidos, resbalones, viento, crujidos, motores, fricciones de la ropa, suspiros, miradas, raspones, pasos. Todo se vuelve música, se sintetiza y se convierte en efectos sonoros, en instrumentos digitales, en pads. En una sensación obsesiva que no deja mi cansada cabeza; y está cansada porque no ha dejado un solo momento de estar funcionando, descansando muy poco, ni siquiera en mis pocas horas de sueño. Todo el tiempo sintiendo un estímulo.

2016 que anuncia los Juegos Olímpicos en Brasil. 2016 que me hace pensar en que fue del 2015. Debo mirar hacia adelante y tratar de que mis obsesiones no sean obstáculos y vuelvan a convertirse en motores.

De verdad espero que este año un poco más largo, sea mucho más importante.

Disculpen un poco la no Columna de esta semana, pero como lo dije unas líneas atrás, no se me ocurrió un tema interesante. Creo que en otros sitios ya les han hablado del Día de Reyes, el resumen Navideño, las vacaciones, el recalentado, de ser como José y de lo que nos espera el 2016.



Gracias y empecemos…





@Alfarodelaluz
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