Publicado por
el
Otro fin de semana se ha ido, dejándonos más cerca del fin de año. También se fue el Corona Capital y los chavos buscando una experiencia más. Yo decidí no ir a ninguno de los dos días, a pesar de que el sábado parecía una fecha increíble con los Libertines, DFA 1989, Muse y Ryan Adams. Lo decidí porque me desespera pagar para sentirme sofocado entre una multitud de gente que no necesariamente se encuentra en ese espacio para disfrutar música. Para eso prefiero dar el rol por el centro y vivir una experiencia muy similar completamente gratis.
Lo que hice fue aprovechar el sábado viendo Fantasía en el cine, en el ciclo que se está aventando Cinépolis con los clásicos de Disney, que me pareció increíble, poder verla con buen sonido y (obviamente) en su formato original de 4:3. Después dar el rol por la ciudad y cerrar con broche de oro haciendo una caminata nocturna por el centro y la Alameda.
Los extremos de este lugar me parecen maravillosos. En un extremo tenemos el tianguis de chácharas, antojitos y piratería amenizado por música de sonidero y parejas bailando a su muy particular estilo; siempre un deleite de nuevo folclore Mexicano. Tal vez no te guste bailar esa música en particular, pero digo, coger también es bailar; requiere de ritmo, movimiento y como los mejores bailes, también lo puedes hacer solo, pero no hay nada como hacerlo con tu pareja. Del otro lado, junto al bello palacio de Bellas Artes, una repetición de un concierto de Ópera, en la que estaba cantando mi amor platónico, la exuberante y talentosísima Marija Vidovic.
Me queda claro que 70,000 personas en un solo lugar no significa nada para esta ciudad, ni te das cuenta de su ausencia. El primer cuadro estaba vomitándose de gente, incluso el Sanborns de los azulejos tenía su serenata desde el balcón para los adultos contemporáneos que pasaban por ahí. El Corona Capital no sacó a los morros de los bares del centro. Aunque faltó ver cómo afectó a la Roma y la Condesa... pero bueno.
Creo que cada semana digo algo similar, pero es que es verdad y es imposible no notarlo. La ciudad suda y respira música, en cada esquina y rincón hay melodías imposibles de no notar. Es maravilloso que no importa al lugar al que voltees, te encuentres de frente tanta variedad.
@Alfarodelaluz
