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Desde un huracán que parece ser el más peligroso en la historia del mundo moderno hasta el candidato a la presidencia de México que va a mejorar la situación financiera y social del país. El mexicano vive en un constante rush de falsas expectativas, siempre esperando lo más cuando termina siendo lo menos y creo que así se nos va la vida. Todo se vuelve parte de un tren del mame de lo que idealizamos.
Esperamos que nuestro primer trabajo sea el más increíble, que nuestra pareja sea siempre feliz, que el sol salga todos los días, que nuestras vacaciones sean perfectas. Con forme pasan los años no resta mas que darse cuenta que hasta el trabajo más perfecto tiene algún tipo de presión o problema; que tu morra podrá ser muy guapa pero que incluso ella se echa pedos y le pueden oler los pies; que no todos los días van a ser súper soleados e incluso si así lo fueran, está cabrón cuando sales y te estás derritiendo porque estás a más de 30ºc; y que las vacaciones perfectas pueden volverse difíciles por limitaciones en el idioma o incluso por algo tan tonto como que la reservación del hotel no estuvo bien hecha.
Este fin de semana esperaba que México hiciera una vez más historia con una catástrofe natural en la cual, la sociedad civil iba a demostrar su habilidad para organizarse y funcionar de manera solidaria para apoyar a los Mexicanos afectados por un huracán que prometía tocar tierra y hacer lo inimaginable, convertirse en tornado y pasar de las costas del pacífico a territorio gringo. Vi como la gente empezaba a crear grupos en Facebook, incluso Fb creó una “aplicación” en la que decías “estoy bien” si te encontrabas en la zona que iba a ser afectada (medio pendeja e innecesaria para cuando salió, pero estuvo chingón ver cómo la desarrollaron en un tiempo tan corto). Pero al final del día, ni siquiera al fin de semana, todo pasó a ser un breve susto, una anécdota y una serie de memes. Se que es una culerada de mi parte haber querido una catástrofe para llenar mi espíritu y tener de que hablar y jactarme al principio de esta semana, pero creo que a todos nos ilusionaron con una historia que no terminó por ser real (que siendo sincero, recuerdo mucho las fotos del espacio y me parecieron muy impactantes y bellas).
También fue fin de semana de Mutek, estaba contento porque el clima no iba a ser un problema, los boletos estaban a un buen precio y todavía me las había arreglado para conseguir un descuento de 110 pesos por boleto. Iba a bailar con AAAA en una colaboración con el dj angelino Tin Man, además caía un amigo de Pachuca al cotorreo. Teníamos todo preparado para la fiesta excepto los boletos, llegó el sábado fuimos al Mutek y para nuestra sorpresa, los boletos se habían agotado, un día antes todavía parecía haber muchos en venta, pero el sábado nada. Se terminó nuestra aventura y las ganas de vivir un Boiler Room se esfumaron. Regresamos al departamento y mi roomie nos contó que él iba a una fiesta de cumpleaños de un Dj de Techhouse, sonaba a “the next best thing” y nos invitó a acompañarlo. Fuimos y resultó ser una fiesta de reggaetón que rápidamente escaló a una peda de música de los 90 con gente bailando como desquiciada (la verdad no me puedo quejar, pero igual desperté destrozado con una de las peores crudas que he experimentado en mi vida).
En resumen, un fin de semana lleno de falsas expectativas y la lección que me queda es disfrutar el momento, todo es una gran broma en la que nada es como uno se lo imagina.
