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Cuando Julio me envió un mensaje a mi celular no sabía si abrir el link directo o no, ese ícono de video ambicioso que te dice que algo seguramente estará mal. Y, en efecto, había enviado a mí, una lista enorme que tenía por título "Granny Diner" de Grizzly Bear, yo no sé si creo en GB. Y esa canción en específico, la que detonada la bomba de una posible ruptura amorosa provocó en mí una serie de emociones que creí haber perdido tiempo atrás... decepciones. Pero la vida está llena de ellas, y este caso no fue la excepción.
Si bien Grizzly siempre fue una banda caracterizada por el relax y la emoción del momento, creo que es tiempo de sacar esos viejos demonios a tender un rato bajo el sol. Es allí con el que creo crecí mucho; yo no sé si alguien se acuerda, pero en "Blue Valentine" se hicieron muy famosos por su estilo pop psicodélico y su folk bajo la escena nada romántica del cine en ese entonces. Mucho me temo que ese tipo de estilo vive dentro de nuestros aparatos, durmiendo sobre las gomas de nuestros audífonos esperando para renacer en nuestros sentimientos.
"Yellow House" es una recopilación mucho más limpia, más experimental con sonidos que elevan el espíritu a años luz del aquí y del ahora, y si es que me toca criticar su trabajo, no me encuentro en ninguna posición absoluta para hacerlo, todo es tal como Huxley alguna vez lo escribió: Perfecto. Exacto, es el mundo perfecto para los amantes incondicionales de Grizzly, los cuales renacen en un modo significativo con "Knife" o "Central and Remote", habrá muchos más que escogen el "Veckatimest" (lanzado en el año 2009) el cual posee 12 canciones las cuales son suficientes para ser parte de la vida de alguien.
Tuve la razón, Julio tuvo la culpa en mostrarme su lista, una que provocó en mí las ganas de querer escuchar a Grizzly un buen rato, las ganas de escribirle a mis antiguos amores de preparatoria, a mis miedos incondicionales y a mis estancias psicodélicas de pesimismo moderno. Al final, todo se resume en algunas líneas: El que no sea parte de este sistema que escuche a Grizzly Bear, porque si bien la banda no es nada de otro mundo, tampoco lo es de éste.
Kas Stöker es joven y electrizante con el teclado (y la pluma también). Ella es nuestra flamante columnista en GáSTRICO, misma que podrás leer todos los martes bajo su espacio "Los Dientes Del Perro". Si quieres leer más de ella, no olvides dar click en las etiquetas de abajo.
