Además

Divagando con The Kooks y los cóvers... (así empezó la idea... creo)


Soy muy fan de la banda, abiertamente debo aceptarlo. Sé que Pritchard es problemático pero también es el culpable de las letras y gran parte de ese acento y estilo tan "inglés" de ellos.

Bueno. Estos chavos han estado dentro de la escena ya por algunos años con dos placas bajo el brazo -"Inside In/Inside Out" y "Konk"- y esperamos que pronto, como se había anunciado a finales del año pasado, saquen su tercer larga duración.

Sin embargo, el motivo que nos trae a esta escritura no es más que las reinterpretaciones que acostumbran hacer de muy buena forma. Los cóvers, cómo lo hemos dicho en recientes publicaciones, no cualquiera los hace bien, pero Pritchard y compañía puede hacerlos tan buenos como los originales, imprimiéndole su estilo "kook" y, aun, hacer discos maravillosos... ¿pop?, sí, ¿digeribles?, también; pero no comunes.

Ojo, no me malentiendan. The Kooks no es la 8va maravilla del mundo ni pretende encontrar el hilo negro de la música, pero eso es lo lindo de su trabajo: su "simpleza" (que para muchos guitarristas podría significar cierta complejidad) y sus extremadamente pegajosas melodías (que podrían parecer pensadas "para pegar": catchy songs) nos demuestran que aun ese menos sigue siendo más en muchas, muchas cosas.





No todos quieren tocar como Dream Theater y, mejor aun, no todos quieren escucharlos. Respeto infinitamente la "erudición" de John Myung y compañía (aunque sigo sin entender el porque de la salida de Mike Portnoy) y aunque entiendo que no estamos en un contexto de anarquía y sencillez como los 70's para referenciar el estilo Sex Pistols/Ramones, tampoco es para ver a Victor Wooten mover los dedos a la velocidad de la luz.

Vamos, lo pondré de una forma distinta: No se trata de llegar al arrabal de "Laura en América", pero tampoco vamos a dejar de ver la realidad de las cosas (llamémosle miseria, desnutrición, analfabetismo y desigualdad, más un sin número de "etc")... digamos que un "Aquí nos tocó vivir" con Cristina Pacheco sería algo muy afortunado. No recurrimos a la lágrima barata pero tampoco dejamos de mirar esos rincones verdaderos... creo que me desvié y ni dije lo que quería, ni me entendieron ¡Ja!

La cosa es así: The Kooks rifa con todo y su "facilidad" y, personálmentesubjetivamentehaciendoreferenciaamisgustosmuymísnoesténchingando seguiré disfrutando más escucharlos a ellos que a todos los Pat Mastelottos y Gedgy Lees del mundo. Amén.

Ahora. Si aun les quedan ganas de escuchar un poco de música, llévense este par de canciones a dormir (o comer, bañarse, masturbarse, etc.) con una sonrisa.



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